Si no te gusta que te den Cera y quieres darla tú, lee.

Manera de hacer Cera para los muebles, impermeabilizar, etc: Una vez conseguida la cera de abeja ( si no la conseguís, yo podría, excepcionalmente, proporcionaros cera de las abejas del Valle del Lozoya), la partimos con una espátula y un martillete y la introducimos en un tarro. Ponemos éste al baño María (1) para que, lentamente se vaya derritiendo. Yo, personalmente, pongo la tapa del tarro entre éste y el culo del cazo para evitar que ambos se toquen directamente. Removemos con un palo,

hasta que se haya derretido totalmente. Cuando lo haya hecho, añadimos cera carnauba. Esta cera, más dura y que no es de las abejas, sino de la hoja de determinado tipo de palma, produce más brillo y más dureza y resistencia al desgaste y podeis encontrarla en Riesgo. Forma parte, por ejemplo de las ceras de los coches, de las cremas de zapatos, etc. Seguimos. Una vez derretida la cera que tardará un poco pues tiene un punto de fusión más alto que la de abeja, yo le añado una gota (al pote de la foto), insisto, una gota, de secativo de cobalto.

Remuevo en condiciones y pongo el tarro en agua caliente del calentador, dentro de la pila, por ejemplo, para que no se solidifique. En el baño María (1) pongo otro tarro (o lo hago simultaneamente al de la cera) donde caliento, sin parar de remover y con muy poco fuego, Esencia de Trementina  de buena calidad(cuidadín con los vapores y el fuego, mejor si es una vitro) en la proporción de tres y media de esencia por una de cera líquida, si la queremos sólida (cuando se enfríe) y cuatro y media o cinco, si la queremos líquida (las ceras ya listas para su uso, me refiero). Una vez caliente, añadimos a la cera que teniamos en remojo de agua caliente y que aún estará liquida, removemos, esperamos a que se enfríe y ya tenemos la cera lista para su uso. Qué aproveche!!!

(1)La invención del baño maría se atribuye a una alquimista antigua, Miriam, la hermana de Moisés y Aarón, según algunos historiadores o del alto medioevo según otros, llamada María La Judía, sobre cuya real existencia no hay acuerdo. La mención original de ésta es de Zósimo de Panópolis, quien en siglo IV escribió los más antiguos textos conocidos sobre la alquimia. Se dice que María la Judía estableció el método del baño en agua (Balneum Mariae en latín medieval) para imitar las condiciones de la naturaleza y calentar lentamente mezclas de varias sustancias (elixir) y así germinar oro y otros metales preciosos.

 (de wikipedia)