Un mercadillo menos que me queda por hacer. El día ha sido buenísimo, fresquito mañanero y mejor tiempo según avanzaba la mañana. Y, nuevamente la furgoneta ha vuelto vacia. Esto de liquidar se está convirtiendo en un atractivo para mis colegas que compran a precio de saldo. Bien por ellos. Para mi, es un paso de gigante en mi nuevo camino. Siento que estar rodeado de tantos cacharros viejos, en tal cantidad, me absorbe el espíritu y el alma se me oxida. Necesito ligereza y olores nuevos, aunque el olor del tiempo, también tiene su atractivo. Hoy también he llevado la cámara e hice algunas fotos, que os enseño. Podeis opinar, por cierto. Y encargarme algún trabajillo fotográfico, incluso.
Mi puesto, hoy.
este niño es el pregonero mayor del mercadillo. Con una voz preciosa y potente como pocas, declama: 50 céntimos, todo a 50 centimos. Si le enseñan a dominar su voz, será un muy buen cantante.
Los perritos, siempre curiosos e interesados por saber a qué huele una cámara fotográfica. La mujer desnuda, no es una mujer, por ello no necesita crama para el sol.
Paseantas por el mercadillo que llamaron mi atención y yo la suya
Mi puesto, hoy.
este niño es el pregonero mayor del mercadillo. Con una voz preciosa y potente como pocas, declama: 50 céntimos, todo a 50 centimos. Si le enseñan a dominar su voz, será un muy buen cantante.
Los perritos, siempre curiosos e interesados por saber a qué huele una cámara fotográfica. La mujer desnuda, no es una mujer, por ello no necesita crama para el sol.
Paseantas por el mercadillo que llamaron mi atención y yo la suya
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